martes, 19 de noviembre de 2013

Contrastes


Antes del viaje, cuando te informas sobre la India, o te hablan previamente de ese país, una de las frases más utilizadas es que la India es “un país de contrastes”. Al leerla, piensas que es una bonita frase, de atracción turística, que da una idea del exotismo del lugar para gente tan ordenada como los que procedemos de esta parte del mundo. Hasta que vas allí y lo compruebas con tus propios ojos. Allí nada se suele regir por normas parecidas a las que tenemos en nuestro país. Se da el caso de que hasta que te acostumbras a que todo lo que veas, por mínimo que sea, será distinto, parece que fueses andando continuamente con la boca abierta. Y es que no es cuestión de diferencias entre países, sino que la diferencia está más arriba, en el ámbito de las civilizaciones. Dos civilizaciones (si es que hoy en día podemos utilizar este concepto) regidas completamente por problemas y valores distintos. Hay muchísimos ejemplos sobre ello, pero me voy a fijar en uno muy simple que encontré en una de las impresionantes playas de Goa. Se trataba de un cartel aparentemente sin importancia, situado en un lateral del acantilado que daba acceso a la playa. Un cartel que, a la vez, te aconseja y advierte de varias cosas en un cóctel sorprendente. Disfruta del mar pero respeta las normas. Nada solo en la zona demarcada. Una especie de si bebes, no nades, tu amor te está esperando en casa (ya aquí te empiezas a poner en guardia, a ver cómo va a terminar esto). En caso de emergencia llama a la policía, a la policía turística, a la guardia costera, o a ¿abuso de niños? Ostras, ya aquí uno se va cuadrando, qué de cosas pueden ocurrir en este lugar. A continuación te advierten de que estás siendo vigilado y te detallan cuatro prohibiciones concretas: no escupas en lugares públicos, no tires basuras, no abuses de los niños y no fumes en lugares públicos. Todo en el mismo saco. Me puse a imaginar a una persona que tira basura considerada igual de criminal que alguien que abusa de niños. En fin, no trates de entenderlo, pensé, en todo eso debía haber algo que yo no alcanzaba a entender, y continué mi camino. Y esa es una frase que tengo que recordar cada vez que viajo a la India: no trates de entender su mundo, es así de incomprensible para ti, como nuestro mundo lo será para cualquiera que venga del suyo. Por eso vuelvo de vez en cuando a la India, para ver si algún día consigo comprenderlo.
 
 
 

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