Oler con los
ojos, mirar con la boca, escuchar con la nariz, saborear con la piel, tocar con
las orejas; andar con la cabeza, saltar con las manos, volar con el cuerpo, viajar
con la mente, amar con cada célula; vivir con el futuro, pensar con el pasado,
disfrutar con el presente; amanecer cuando anochezca, anochecer cuando
amanezca, fotografiar el movimiento, grabar los instantes; comer lo bebido,
beber lo comido, respirar el agua; ascender a la profundidad, descender a las
alturas; estar acompañado por nadie, salir desde fuera, entrar desde dentro; reír
con lo triste, llorar con la risa, gritar en silencio, pensar lo que ya has
dicho, decir lo que no pensaste; fracasar en el éxito, triunfar en la derrota,
suspender el aprobado y aprobar el suspenso, y quedar en movimiento cuando
estás suspenso.
En definitiva: no enseñar al más joven que lo que siempre ha sido de una formar tenga que ser obligatoriamente así para el resto de su vida.