miércoles, 18 de enero de 2017

Ese deporte

No es normal dar por supuesto que ir a ver un partido conlleve a meterse con el rival, a decirles hijo de puta y cabrón y cosas peores a ellos y al árbitro, a tus propios jugadores o directiva, a la afición contraria y/o a tu propia afición. No es normal despotricar de cualquiera de ellos y desearles la muerte delante de tus hijos. No es normal que te vea mostrando tanto odio hacia gente que no conoces. No ocurre mayoritariamente en baloncesto, ni balonmano, ni voleibol, ni tenis. Por supuesto no ocurre en atletismo, o natación o ciclismo. Sólo es normal, utilizando la definición de "normal" como "valor más repetido", en un deporte concreto: el fútbol. Pero que allí sea normal no indica que sea lógico y ni mucho menos recomendable. Muéstrale a los pequeños lo bueno del deporte, la competitividad bien entendida, la de la superación personal, y la belleza de la actividad física en sí, del torneo, de la competición, pero no las taras que nuestra generación arrastra, la de la falsa superioridad del que se cree por encima sin demostrarlo y que lleva irremediablemente al insulto y a la agresión. Si logramos eso, con suerte en pocos años volvamos a tener programas deportivos en la televisión en los que no aparezcan hooligans como comentaristas y contertulios.


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