Soy hombre,
blanco, heterosexual, de edad cercana a los 40 (puta mierda), tengo trabajo
(más o menos), y vivo en un barrio buenecito de una ciudad buenecita de un país
buenecito europeo. Formo parte, sin haber hecho nada, simplemente siendo lo que
he expuesto anteriormente, de todos los grupos dominantes de la sociedad y la
opinión pública, de lo que ha sido así siempre. Lo he tenido o tengo todo más
fácil, si es que se puede decir que mi vida está siendo fácil, que una mujer,
un negro o mestizo o gitano, un gay o lesbiana o bisexual o transexual, un
joven recién licenciado o un abuelete recién jubilado, un parado, un residente en las Tres Mil
Viviendas, o en Djené, o en Siria. Y
sueño con un futuro en el que ni los hombres, ni los blancos, ni los
heterosexuales, ni los cuarentones, ni los trabajadores, ni los de barrio,
ciudad y/o país buenecito sean los que siempre digamos cómo tienen que ser las
cosas y cómo tiene que actuar la gente.
Nada, quería
decirlo. Que el futuro de las ideas y comportamientos sea mujer y mestizo y
variopinto y solidario a los que no disfrutan de nuestras comodidades. Que no
exista la normalidad. Ese es mi deseo.
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