Imagínate que
seguimos un guión en el que creemos estar haciendo las cosas correctas. Nos
levantamos temprano, desayunamos, va saliendo el sol, vamos a trabajar,
dedicamos tiempo a alguna actividad, se va poniendo el sol, quedamos con
alguien, se hace de noche, nos acostamos, fin del día, comienzo del siguiente.
Imagínate que eres parte de una dinamo, ya sabes, ese artilugio destinado a transformar la energía mecánica en energía eléctrica, y que tus acciones son sólo una manera de transformar tu energía mecánica, la de tus movimientos, la de tus actos, la de tu esfuerzo, en otra forma de energía que alguien está aprovechando y utilizando para algo que desconoces. Imagina que tus horas extra benefician a otra persona, que tus compras de Navidad perjudican a muchas otras, que las luces brillantes esconden la explotación de una gran parte, que tus rezos y plegarias no concuerdan con tus actos, que tu voto favorece al que te roba, que tus argumentos te los han vendido sin que te des cuenta, que la defensa de tus ideas favorecen la dificultad de desarrollar tu propia vida... ¿Te gustaría entonces que alguien ajeno a ti te lo advirtiese?
Una vez me dijeron que viajaba en el espacio, pero yo sabía que viajé en el tiempo. Observé calles de mi infancia, sin asfaltar, burros, autobuses antiguos, coches de cuando era pequeño, casas de un solo piso, desgastadas, que encerraban mucha historia, no vi televisiones, ni móviles, ni nada que oliese a tecnológico, vi gente con ropas que no estaban a la moda, vi gente descalza. Y se podía estar. A gustito. Y me quedé para siempre en ese mundo más fácil, en ese mundo descalzo.
Palabras para reflexionar, muy bueno.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Turístico!
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