A veces llego a
lugares extraordinarios, a sitios a los cuáles te gustaría pertenecer por
siempre jamás. El camino hacia ellos suele ser largo y difícil, como el regreso
a Ítaca, sin comodidades, y tienes que hacerlo a pie, sólo con tus recursos, con
lo más básico de ti mismo, esa energía interior que todos llevamos dentro con
la que tratas de hacerte un todo mezclado con la naturaleza desbordante por la
que pisas. Pero la recompensa es inigualable, y quedará grabada en tu memoria,
para que puedas acceder a ella de vez en cuando, guardada en esa mochila
cerebral que ningún recorte de ninguna entidad poderosa te podrá arrebatar nunca.
Un ejemplo es Siete Altares, en Livingston, Guatemala. Mientras voy andando,
dejando pozas y más pozas de agua cristalina con cascadas, vegetación frondosa
y verde muy verde con lianas de Tarzán, y ese sonido de agua cayendo que te
transporta a la época que debió ser el Nuevo Mundo antes de que viniésemos a
joderlo, pienso en lo absurdo de lo que llamamos civilización. Destrozamos
paraísos naturales para construir ciudades donde viva gente que trabaje para
pagarse unas vacaciones para tener la oportunidad de visitar paraísos
naturales. De locos, ¿no? A veces me avergüenza pertenecer a los humanos, y me
imagino en una reunión de especies de la Tierra, sentado entre una hormiga y
una tortuga y ambas descojonándose de mí, “¿pero vosotros los seres humanos sois
tontos? ¡Estáis jartándoos de trabajar para poder ir un ratito al mismo sitio del
que procedíais y en el que podríais vivir perfectamente todo el tiempo si no os
lo hubieseis cargado!”
Una vez me dijeron que viajaba en el espacio, pero yo sabía que viajé en el tiempo. Observé calles de mi infancia, sin asfaltar, burros, autobuses antiguos, coches de cuando era pequeño, casas de un solo piso, desgastadas, que encerraban mucha historia, no vi televisiones, ni móviles, ni nada que oliese a tecnológico, vi gente con ropas que no estaban a la moda, vi gente descalza. Y se podía estar. A gustito. Y me quedé para siempre en ese mundo más fácil, en ese mundo descalzo.
pos ties to la razon Descalcito
ResponderEliminar;)
ResponderEliminarque gran verdad...
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