sábado, 11 de enero de 2014

El Paraíso


A veces tengo la impresión de que hay cosas que he visto y que, cuando vuelvo y trato de explicarlas, no encuentro las palabras adecuadas que consigan hacer entender a mi interlocutor cómo era el paisaje. Eso ocurre con algunos maravillosos espacios naturales en los que he estado, en donde a veces las palabras, e incluso las imágenes, sobran, como es el caso del Parque Nacional Tayrona, en Colombia. No puedo decir que estuve en un sitio precioso, porque precioso ya lo hemos utilizado mucho, ni que era una playa, pues ya tenemos una idea de ella en la cabeza, con sombrillas, toalla y gente. No puedo decir que detrás tenía la selva, porque ya la hemos visto por la tele como alojamiento de los indígenas que no se dejaban conquistar. Pero es que de repente estoy allí, enfrentado a todo eso, un sendero largo por entre la selva verde y llena de vida ruidosa de insectos, de sapos, de aves, de monos, un sonido del que sospechas que son olas que vienen y van, y que acababa evidenciándose en una playa virgen, silenciosa, solitaria, con un sol que empieza a esconderse para dejar paso al reino de la luna, y me siento como si estuviese en el Lago Azul, en la Selva Esmeralda, como si fuese la playa de Perdidos, la banda sonora de la película de la Misión inunda mi cabeza, me creo que tengo cerca los bosques de Lothlorien, y que a poco que me despiste se aparecerá Galadriel a darme un poco de pan élfico para continuar mi camino, y simplemente puedo sentarme a contemplar lo que ven mis ojos, a pensar en la hermosura de la Tierra, en cómo tuvo que ser cualquier parte del planeta antes de nuestra llegada, y sobre todo, en poner en una balanza las cosas que me hacen volver a un lugar asfaltado, enladrillado, contaminado y feo en lugar de quedarme aquí para siempre, mirando las palmeras, divisando el mar y las olas, viendo la vida pasar.

 
 

6 comentarios:

  1. guau edu!! conozco el tayrona y comparto totalmente la sensación!! me siento muy identificada con tus relatos, gracias por compartirlos!! por favor no dejes de escribir!!

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  2. Muchas gracias Aida! Me alegro que te gusten, y me alegro que hayas tenido oportunidad de estar en ese lugar mágico...Te envío un gran beso y mucha suerte a esas tierras lejanas en las que ahora estas!

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  3. Espero que compartamos muchos viajes, Eduardo. Yo también me he movido por casi todo el mundo. Aunque el verdadero viaje es siempre interior. Coincido contigo en esa película y banda sonora maravillosa, La Misión. Y me encanta como has vertido en el texto tus sensaciones convirtiéndolas en Literatura. Seguimos.

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  4. ¡Muchas gracias Emilio! ¡Sigamos compartiendo!

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  5. Que preciosidad, da la sensación de haber estado allí de lo bien descrito...Sigue escribiendo!!

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  6. ¡Muchas gracias!

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